Andrea y Jeff viven en la masía. Su presencia es constante, serena y amorosa. Cada clase, cada encuentro, cada evento nace desde la autenticidad y el cuidado.
Ambos comparten la pasión por el yoga como forma de vida y están comprometidos con crear un lugar donde cada persona pueda vivir su propio proceso, sin juicios, sin prisas, en coherencia.
Can Perals no es un centro más. Es un hogar abierto a quien necesite parar, respirar y recordar quién es.